VENT

Este es un blog para mantener un diario de mis impresiones sobre las películas que veo, los libros que leo, la música que escucho, los conciertos a los que asisto. Un sustituto para mi mala memoria. Todas las opiniones son estrictamente personales y si por casualidad lo estás leyendo, admito y agradezco tus comentarios.

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Lugar: Barcelona, Barcelona, Spain

06 octubre 2006

HUMOR, CANDOR. Josep Pla IV

EL AUTOMOVIL.

"Parece -de una forma perentoria al menos- que el automóvil resuelve dos grandes problemas: es de la mas grande utilidad porque es el medio de transporte susceptible de acercarnos más al lugar donde pretendemos ir; después, el automóvil resuelve o crea la ilusión de resolver el problema del tedio.

A medida que uno va penetrando en la vida tan monótona, tan uniforme y en el fondo tan vacía de la época, descubre que la evasión es el espacio, el desplazamiento, contribuye a hacer más ligera la existencia. Se da este contrasentido: contra más teñida de socialismo esta la vida, más desea la gente tener un coche particular para, momentáneamente al menos, huir. Para un gran sector de la humanidad el cine tiene la misma raíz. El coche es el cine de los ricos, por la misma razón que el cine es el coche de los pobres. El coche es el desplazamiento real: el cine, el desplazamiento imaginario, ilusorio, pero del mismo sentido.

Yo ignoro si estos desplazamientos han resuelto el problema del tedio. Lo que importa es que la gente se lo crea, que la cosa se haya convertido en articulo de fe. Cuando, los sábados, los domingos, los días de fiesta, cuando, en el momento de presentarse un puente, uno sube al propio automóvil -o en el de una amigo- y se lanza sobre el paisaje frontalmente y bordea los valles, tiene la convicción de que se divierte, que hace lo mejor que puede hacer en ese momento. Ante esta realidad, seria absurdo articular la mas mínima objeción; seria exponerse a una repulsa generalizadísima, porque la eficacia de las virtudes del automóvil contra el tedio es compartida no solo por los propietarios de los coches y sus invitados y amigos, sino por todos los futuros propietarios de coche -incluso por aquellos que no lo tendrán nunca, por mas que vivan. En este punto concreto, diré que el automóvil es mucho mas apreciado cuando no se tiene que cuando se posee. Cuando se llega a una situación de este orden es que la cosa no tiene remedio.

El hombre de nuestros días se aburre, vive sumergido en el tedio. Todo el mundo, evidentemente, proclama lo contrario, sobretodo cuando alguna angustia concreta le deprime, pero ni los que hacen la proclamación se lo creen. Los viejos recursos inventados para luchar contra la morosidad de la vida - la lectura, la conversación, la correspondencia, el cultivo de una manía especifica- han prácticamente desaparecido. Uno lee, si es el caso, por razones de utilidad, para sacar provecho. Cuando una busca la compañía del prójimo no es para pasar el rato placidamente, sino para tener una información o concretar algún negocio. Los movimientos gratuitos, de pura generosidad, el amor a la compañía, han desaparecido de nuestra vida. El trabajo mismo, que es una de las cosas mas agradable y completas de la vida, se ha reglamentado de una forma tal, está regido por unas leyes tan mecánicas, por unos horarios tan fijos, por unos formulismos tan rígidos, que toda imaginación, toda satisfacción, esta excluida. El ocio es, por otra parte, obligatorio y fijo, y eso ha hecho aumentar considerablemente el tedio. Se ha de tener una manía especifica muy fuerte o ser muy pobre -o muy sabio- para llenar el creciente numero de horas muertas y estériles. ¿Como pasar estas horas de una manera entretenida? No queda mas que el automóvil, si uno lo posee, o el de los amigos. Repanchingados en los asientos, uno circula a la velocidad que permiten las carreteras. Ver alguna cosa concreta es imposible. El paisaje, las ciudades, las villas, los pueblos, se los lleva el viento. Es una delicia."