VENT

Este es un blog para mantener un diario de mis impresiones sobre las películas que veo, los libros que leo, la música que escucho, los conciertos a los que asisto. Un sustituto para mi mala memoria. Todas las opiniones son estrictamente personales y si por casualidad lo estás leyendo, admito y agradezco tus comentarios.

Nombre:
Lugar: Barcelona, Barcelona, Spain

24 septiembre 2006

HUMOR, CANDOR. Josep Pla. II

SOBRE EL FUTBOL.

"Lo que positivamente me impresiona es el perfecto encajonamiento -los técnicos lo llaman la organización- del público. ¿A qué es debida la tendencia humana a dejarse cristalizar en figuras geométricas? Es imposible de integrar cuatro personas; organizar cuarenta o sesenta mil se puede hacer cada domingo. La soledad es tan grande, el aburrimiento, entre semana, es tan profundo, que cuando llega el domingo la necesidad de ponernos uno al lado del otro para hacer acto de presencia y proclamar que uno también existe se hace irresistible.

- !Yo también existo¡- parece decir aquel señor que antes de comenzar el partido se pone de pie, con el cigarro en la boca para pasear sus magnificas gafas de carey a derecha e izquierda. Es la soledad aclaparadora que reina en las grandes aglomeraciones urbanas lo que posiblemente explica estos fenómenos de cristalización colectiva, de centenares de toneladas de material humano en campos, plazas y estadios. Despues, cuando el partido se acaba, la soledad reaparece."

HUMOR, CANDOR. Josep Pla. I

Desde hace más o menos un año estoy en la ingente tarea de leer la obra completa de Josep Pla, que me encanta. Estoy ahora en el tomo 24 (no sigo el orden de edición en la lectura, ahora habré leído 1/3 de la obra), Humor, candor. Es una colección de artículos cortos sobre los más diversos temas.
Sobre el teatro.
"Quiero comenzar por declarar que a mi entender no se ha de escribir el teatro para el público, pero que se ha de escribir para los actores que lo han de interpretar. El elemento esencial del teatro son los actores".
"El teatro moderno es muy distinto del teatro clásico. Para comprender la diferencia es de mucha utilidad la lectura de un libro de Bernard Shaw, poco conocido en nuestras latitudes, titulado "La quinta esencia del ibsenismo". La tesis de Shaw, reducida a esquema, es esta: así como el teatro clásico está basado en los tres momentos de exposición, nudo y desenlace, el teatro moderno contiene un acto de presentación, un acto de conflicto y un acto de suspensión, de perplejidad y, en definitiva, de discusión. Los dos primeros responden al mismo espíritu del viejo teatro. El tercero implica una gran novedad. En el tercer acto, el autor discute los pros y los contras del problema que acaba de presentar, sin decantarse ni hacia un lado ni hacia el otro; es decir, cogiendo el problema con ambas manos y diciendo al público "ahora ya saben de que va; resuelvan ustedes mismos; decídanse por una lado o por el otro y yo me lavo las manos"
Es natural que si toda la vida moderna es pura problemática, que si la reflexión científica y el pensamiento se basan en la duda metódica, el teatro siga el movimiento general. En el teatro antiguo, el tercer acto, el desenlace, es dogmático: los buenos triunfan sobre los malos en virtud de imperativos teológicos. En el teatro moderno, el tercer acto es pura dialéctica destinada a hacer que el público formule su dictamen final. En el teatro antiguo, el tercer acto era enormemente satisfactorio. En el teatro moderno, el tercer acto es inquietante."
(Humor, Candor. Josep Pla. Obra completa, Tomo 24, Pág.214 y ss.

23 septiembre 2006

UNA MEMORIA de Gore Vidal II

Ya he terminado el libro.
Me ha gustado (y, como suele ser habitual que suceda, me ha arrastrado al mundo literario de Gore Vidal, ya están esperando en la mesita de noche dos novelas suyas "Myra" y "Myron", no son muy largas y parecen muy divertidas, ya hablaremos).
El relato, cronológicamente hablando, está escrito de forma no lineal, ya que va saltando de una recuerdo a otro, del pasado al presente (el momento en que escribe el libro, 1994, claro está). No en vano el título original del libro es "Palimpsesto: una memoria" (a saber porque al editor le habrá parecido oportuno mutilar el título en la edición castellana cuando el término eliminado tiene tanta importancia en la concepción de la obra) y en la introducción nos dice lo que es un Palimpsesto, en el sentido puro del término:"papel o pergamino preparado para escribir y borrar de nuevo, como una pizarra" y "un pergamino sobre el que se ha escrito dos veces habiéndose borrado el original". Eso hace a lo largo de las 489 páginas del volumen.
Hay que reconocer que hay momentos en que te pierdes ante la avalancha de nombres que van saliendo en el relato, especialmente si no estás muy ducho en la historia política y literaria de los Estados Unidos de los años 40-50, como es mi caso. El mismo lo dice:
"Ha llegado al punto que me atemorizaba: las listas de nombres de personas que fueron famosas en su día, pero que hoy en día no significan nada en su mayoría, y harían necesarias un sinfín de anotaciones para futuros historiadores."
Vidal resume también lo que realmente son estas memorias, que por otra parte se limitan a los 39 primeros años de su vida (ignoro se ha publicado una segunda parte):
"Por último parece ser que he escrito, por primera y última vez, una historia de amor en lugar de la historia de fantasmas que me temía.."
Realmente es una historia de amor, la historia de amor y "plenitud" entre Vidal y Jimmi, que sobrevuela constantemente el relato y a la que vuelve una y otra vez, incluso en el último párrafo del libro.
Cuando lo empecé, desconocía totalmente las inclinaciones sexuales del Gore Vidal. Como ya decía en el primer comentario, me ha sorprendido mucho la orientación "homoerótica" que dice mantener. El llevar 50 años viviendo con un hombre, pero sin relación sexual alguna (al menos eso dice él). Sexualmente mantiene unas reglas muy estrictas: solo encuentros rápidos con hombres, y tajantemente prohibido con amigos; nada de sexo oral ni penetraciones, no se, supongo que se limitará a sexo "manual", o como dice en algún momento del libro, "de frotamientos".
El amor platónico es el centro de esta historia amorosa, pues ya desde el segundo capítulo, en el que nos explica su relación con Jimmie, el encuentro de la "plenitud" en el sentido Platónico del término, su media naranja, y el vacío y la duda que le deja no saber a donde habría llegado dicha relación si Jimmie no hubiera muerto en la segunda guerra mundial.
Otra gran protagonista de sus memorias es su madre, a la que pone en su sitio a lo largo del relato, una mala relación que termina con la ruptura total de contacto con su madre, ante la envidia malsana de ésta en su intento permanente de ser el centro de atención de su mundo, que no le permite disfrutar siquiera del triunfo literario, artístico o político de su hijo.
La familia tradicional de la plutocracia americana de los Gore también tiene un peso muy importante en el libro, y nos deja intuir el mundo cerrado de las clases dirigentes y adineradas estadounidenses, aunque no entre muy de lleno en ello salvo al hablar, largo y tendido, de su abuelo y su abuela, verdaderos sustitutos de las figuras paternas, pues el padre, expulsado de la familia por su madre, tampoco tiene una especial trascendencia en su vida, aunque le recuerda con mayor cariño que a su madre (el cual es nulo).
Por último la política y, en especial, su relación con los Kennedy, donde nos describe a una John Kennedy promiscuo y más duro y conservador de lo que suelen retratarle en otros sitios, y a un Bob Kennedy que tiene a Vidal como uno de sus dos peores enemigos (Hoffa, el gangster será el otro).
Por lo demás, pinceladas, anécdotas y descripción del ambiente literario, político y artístico de Estados Unidos, Londres, Paris de los años 50-60, Italia. Breves incursiones en el mundo de Hollywood, y una lectura muy entretenida, con las salvedades ya dichas.
Recomendable al que le interese el personaje, su entorno o los años 30 a 50 de Estados Unidos.

UNITED 93

Me ha gustado esta película. No tenía mucha fe en ella, pero como no daban nada mejor cerca de casa me fue a los Boliche a verla (V.O.S).
Cruda, muy dura. El poco público que había en el cine en la sesión de un viernes a las 20:10 se quedó clavado en sus butacas cuando acabó la película; nos habían dado con un mazo en pleno estómago, teníamos las emociones a flor de piel, y casi todos nos tragamos los títulos de crédito.
Filmada en estilo biopic, casi como si fuera un documental. No entra a contarnos la historia de los pasajeros ni del resto de "protagonistas", si es que podemos llamarlos así, pues el protagonista real de la película es el terror en estado puro. El terror que puede inspirar el fanatismo carente de cualquier tipo de razón, al que puede llevar la fe ciega.
La película expone fríamente los hechos, no añade nada, ninguna opinión, ningún enfoque sesgado. La cámara en mano que domina mucho rato del metraje la hace agobiante, acelerada a medida que los acontecimientos se van precipitando. Muchos de los personajes que salen son interpretados por los protagonistas reales (el "as hinself" abunda en los títulos de crédito). Nos muestra crudamente el fanatismo y locura de los terroristas, pero también la incredulidad y la ineficacia de las autoridades, tanto civiles como militares, para hacer frente una situación impensable para cualquier persona normal ("hace más de 20 años que no se secuestra una avión" repiten constantemente los controladores, responsables del tráfico aéreo y militares, y el comandante del centro de mando militar no consigue que le den reglas de enfrentamiento prácticamente hasta que todos los aviones secuestrados están ya estrellados).
En definitiva, una película que no te deja indiferente, te toca en lo más profundo de tu alma y sensibilidad y refleja la irracionalidad y locura a la que puede llegar el hombre.

17 septiembre 2006

UNA MEMORIA de Gore Vidal.

Estaba yo aburrido hace más o menos una semana, dando vueltas por la sección de libros del Corte Ingles de Portal del Angel en Barcelona, haciendo tiempo para ir a comer con una amiga, cuando en el estante de libros de bolsillo cayo en mis manos, casi por azar, "Una memoria" de Gore Vidal.
Nunca he tenido un especial interés por este hombre. Lo había visto mencionado en prensa, sabía que había escrito varias novelas, ninguna de las cuales he leído, que ha actuado en alguna que otra película, en televisión, que ha estado metido en la política estadounidense y en el mundo diplomático (creo).
Pero hojeando el libro, su prosa rápida, y los nombres que iban saliendo (Tenesee Wilians, Paul Bowles, Anais Ninn, los Kenedy, Paul Newman, etc, etc), prometían una lectura agradable, entretenida y con muchos chismorreos. Vamos, lo ideal para empezar la temporada después del relax del verano. Lo compré y lo estoy leyendo.
Y la verdad me está sorprendiendo gratamente el volumen (del que ya llevo leído más o menos 3/4 partes).
Ahora me gustaría dejar constancia de unos párrafos que me ha llamado la atención, y que no quiero que queden perdidos en mi mala memoria.
"Esta madurez temprana también convertía en algo natural el sexo entre chicos, aunque había ciertas reglas que cumplían en general los chicos "rectos". Reglas: los chicos no se besaban, sólo las chicas, y muchos de nosotros pensábamos que el besarse había sido inventado por las chicas en primer lugar, porque para nosotros no era siempre agradable cuando el aumento del flujo de estrógenos convertía el sabor de su saliva en algo desagradable; chupar la polla y dar por culo eran cosas impensables. ¿No dolía? ¿No era algo sucio? Por otra parte, éramos verdaderos paganos que no sabían nada de categorías. Ni que decir tiene que había mariquitas, de los que nos burlábamos de un modo cruel, y viejos peligrosos, como el que se sentó a mi lado en el cine Keith y puso su mano en mi entrepierna. Salí corriendo. Todos los chicos que conocía habían tenido una experiencia similar. Lo que nos traíamos todos entre manos era un homoerotismo perfectamente natural, que algunos continuaron durante el resto de sus vidas, sin llegar a caer en la homosexualidad, físicamente más compleja o, por la razón que sea, en la heterosexualidad seria, el "rechazo" de la cual confundía y mortificaba tanto a Anaïs, diosa de la terapia amorosa y divina astróloga.
Jimmie era homoerótico y heteroerótico. Supongo que siento curiosidad por el equilibrio entre ambos en su naturaleza. Pero cuando un amante entra en estado de schock al conocer su muerte, y otro le guarda luto hasta el final de su vida, nos hemos trasladado más allá del sexo o el erotismo, rumbo a las costas del amor y del naufragio"
Me llama mucho la atención la distinción entre "homoerótico" y "homosexual". Por lo que llevo leído, Gore pretende que toda su vida ha sido "homoerótico". Tiene un gran amor de adolescencia, Jimmie Trimble, con quien tiene juegos sexuales en la escuela, pero siempre dentro de las reglas homoeróticas que describe en el párrafo anteriormente trascrito.
Otros párrafos: "Ese anhelo de la infancia por tener un hermano gemelo no me parece que sea narcisita en el vulgar sentido freudiano. Al fin y al cabo uno es uno mismo y el otro es el otro. Es la clase, el tipo de semejanza lo que lo convierte en plenitud, ¿y no es esa búsqueda de la semejanza, ese deseo y búsqueda de la plenitud -tal y como Platón le hace observa a Aristófanes- la base de todo amor? Siendo así que nadie ha llegado jamás a encontrar la plenitud perfecta en otro ser humano, no importa de qué sexo, el gemelo es lo más cerca que uno puede llegar en lo que respecta a esta plenitud humana con otro ser; si nos atrevemos a invocar a la biología y la evolución de las especies anteriores a nosotros los mamíferos, abocados a la muerte una vez procreados, la ameba, nuestro antepasado asexual, nunca muere y no se reproduce sexualmente, sino que sencillamente -¿apaciblemente?-se divide en dos copias idénticas."
(.....)
"Pero todo esto aún pertenecía a un futuro muy lejano aquella tarde en que le conté a Jimmie que me iba a casar con Rosalind cuando terminase el bachillerato en Exeter. "Estás loco", me contestó.
Bajamos las escaleras hasta el servicio de caballeros, con sus encumbrados urinarios de mármol y grandes vestuarios individuales. Me preguntaba qué -si algo- sentiría. Al fin y al cabo dos hombres no es lo mismo que dos niños. Por suerte nuestros cuerpos aún encajaban perfectamente, como no tardaríamos en descubrir una vez en e interior de uno de los vestuarios, de pie, tripa contra tripa, hablando de chicas y del matrimonio y corriéndonos simultáneamente.
De esta forma alcanzamos la plenitud en un momento que acabó convirtiéndose en el último para ambos; y para mí, si no para él, en el definitivo. Por mi parte no sólo no volvería a encontrar jamás esa otra mitad, sino que una vez hube cumplido los veinticinco ya había renunciado a toda búsqueda, resignado a las mil fugaces adhesiones anónimas, como diría Walt Whitman, en las que la plenitud parece alcanzarse por un instante. Suficiente pienso, si has llegado a experimentar lo auténtico. Al menos en términos platónicos, me completé a mí mismo en una ocasión. Jack Kennedi -más bien una mitad del hermafrodita que del macho-, según él mismo admitía, nunca lo logró ni de lejos. Yo tengo suerte. El no la tuvo."
(.....)
"Llevo ya viviendo medio siglo con un hombre, pero el sexo no ha jugado ningún papel en nuestra relación; así pues, donde no hay deseo ni búsqueda no hay plenitud. Pero hay estados menores de satisfacción, fragmentos".
No se, todo esto me hace pensar, pero no he llegado a ninguna conclusión. Quede aquí constancia de los párrafos. Ya seguiré contando.
Nota: Todos las citas de "Una memoria" Gore Vidal. Ed. De Bolsillo.

Que triste es Alatriste

Jode perder dos horas de una tarde de sábado para ver un pestiño del tamaño de Alatriste.
De entrada debo confesar que no he leído las novelas. Que Arturo Pérez Reverte no es uno de mis autores favoritos. De hecho sólo he leído el club dumas y me decepcionó profundamente. Pero el despliegue mediático que se ha realizado entorno al estreno de la película, las pocas escenas que se habían visto en televisión, y el tema que trata, incitaron suficientemente mi curiosidad como para decidir ir a ver la película.
Que desilusión y, lo que es peor, que aburrimiento. Falta de cualquier hilo argumental sólido, la película se convierte en un tedioso trailer de más de 2 horas de duración, saltando de una escena a otra sin ton ni son. Sin llegar a introducirnos en una trama que nos atrape, se limita a mostrarnos unas cuantas pinceladas deshilvanadas de la vida del capitán y su entorno. Lo dicho, la misma sensación que te queda cuando ves el trailer de una película y piensas que puede estar bien y que debajo habrá un argumento interesante, pero cuando el trailer pasa de 2 minutos, cansa y mucho.
Lo más gracioso es que, me temo, el problema viene dado por un exceso inicial de tramas y argumentos, pues se ha querido resumir toda la saga de 5 novelas en esta película (creo recordar que en alguna parte he leído declaraciones de su director diciendo que él no es partidario de las sagas y que no habrá un Alatriste II; quizás debería haberlo reconsiderado antes y optado por hacer 2 o 3 películas de las respectivas novelas) Consecuencia de ello es la falta absoluta de pulso narrativo, parece que la hubieran montado con el Powerpoint.
Ahora bien, la producción es excelente, vestuario, ambientación, iluminación, selección de exteriores, pero todo se pierde por la inepcia del director y el montador de la película.
En momento alguno se contextualiza el periodo histórico en que transcurren las escenas, más allá de una breve introducción en off al inicio de la película. Si uno no sabía algo de historia sobre dicho momento de la historia de España antes de entrar en el cine, sale igual de ignorante.
Los actores son desiguales. Vigo Mortensen no parece tener muchos registros y se nos planta todo el rato como un Aragom hispánico amostachado (osease, escondido tras su mostacho), con un acento un poco peculiar. Da más juego y registros su vestuario que su interpretación (que bien le quedan el sombrero y las botas a este chico). Ariadna Gil no está en uno de sus mejores papeles. Sigue con su sonrisa bobalicona y cuando abre la boca no es un dechado de dicción. Especialmente penosa está en la larga escena de la representación de una obra de teatro clásico castellano, donde ni por entonación, ni por declamación y vocalización, hay manera de entender nada de lo que dice ni a quien se lo dice (a ello ayuda mucho la nefasta intervención de un secundario -o terciario- que le da la réplica, que no sería admitido ni en un reparto de aficionados en la función de fin de curso escolar). Echanove está muy bien, aunque sus intervenciones se pierden en el caos argumental. Cámara está bien, aunque igualmente con problemas de vocalización (¿será la toma de sonido en directo, o la mala influencia de Mortensen?) Noriega también está bien, quizás el mejor. Blanca Portillo muy bien caracterizada, pero no creo que esto baste para dar el personaje de gran inquisidor, especialmente si sigue hablando como en 7 vidas. El resto del elenco a la altura de cualquier telenovela nacional.
Especial mención merecen los actores de puro reparto, con frase corta, a los que no hay forma de entender una palabra de lo que dicen ¿No se daba cuenta el director? ¿O es que pensaban doblar a todo el mundo -¡¡bendita idea!!- pero se acabó el presupuesto antes de hacerlo?
En fin, parece ser que quieren mandar esto a los Oscar. Que dios nos coja confesados si lo hacen.